22 diciembre 2007

OLE XAI-XAI


El tiempo pasa rápido, pero ahora sé que en África no tanto… Estos últimos cuatro meses sé que han sido los más intensos de mi vida. He disfrutado, y sacado jugo a cada segundo…

He aprendido muchísimo. La primera bofetada vino cuando me di cuenta que por mucho que hayas viajado, vivir en un país diferente al tuyo siempre es complicado al principio. Mucho más si el idioma, las costumbres, el clima, la comida, las condiciones, la raza, los sabores, el ritmo… si todo esto es diferente, cuesta mucho más adaptarse…
Pero la ilusión por vivir esta nueva etapa ha sido, y sigue siendo, mucho mayor que cualquier dificultad que me he encontrado por el camino. Todo se ha hecho más fácil gracias a esa ilusión… mi ilusión de vivir en África.

Haciendo el primer balance de esta etapa, miro hacia atrás y sonrío al ver que aquella Alexia que llegó a Xai Xai en septiembre… esa ya es una más aquí, y no una blanca que no sabe sentarse en una chapa llena, porque mi mayor logro en estos meses, ha sido… adaptarme al mismo tiempo que ser aceptada entre mis hermanos mozambiqueños. Sentirme ahora una más, me hace infinitamente feliz, porque ha sido duro, durísimo: un proceso solitario. Ser la única blanca llama demasiado la atención, y yo quería pasar desapercibida. Ser la única blanca te hace sentir un racismo bestial dentro de ti, te sientes observada, en cada paso, por cada gesto… Ser la única blanca te lo pone difícil, para demostrar que en lo que se tienen que fijar no es en el color de tu piel, sino en todo lo demás. Creo que este ha sido mi mayor logro, y de lo que estoy más orgullosa de haber conseguido.


En estos meses he aprendido a plantar mi huerto, a sobrevivir a una malaria africana, a subirme en una chapa llena, llenísima…
He conseguido hablar Shangana, y mejor aún, a hablar con esta gente, de la misma manera que ellos, al mismo nivel.
Me han enseñado a comer mangas, ha hacer una esterilla, y lo duro que es vivir con SIDA. Hemos compartido amaneceres llenos de esperanza, alertas de tsumani, tormentas salvajes… Les he enseñado a lavarse con jabón, a mantener una casa limpia, a hacer tortilla, a bailar flamenco, a cuidar a un perro como uno más de la familia. He disfrutado con cada niño al que estoy conociendo, cada mañana al despertarme y abrir la puerta de mi casa… he sentido profunda e intensamente la amistad de algunos vecinos, amigos. Me han secado lágrimas, y me han contagiado sonrisas que sin ser aquí nunca, nunca habría valorado tanto.
Han confiado en mí, abriéndome sus corazones… He visto de cerca el hambre, la oscuridad de un pozo de agua, las miradas perdidas de niños que se acababan de quedar huérfanos, y también he visto de lo que es capaz el SIDA. Me han contagiado valor (que nunca imaginé conseguir tener). Y yo a cambio de todo esto, sólo he contagiado fuerza para seguir… a pesar de a veces, ni creer en ella.
He aceptado el ritmo (muy desesperante) de África y me he llevado muchos sustos. He conseguido hacer muchos contactos en coches desde compartiendo una naranja al pedir voleya y además he aprendido a conducir por la izquierda jejejejeje… he conseguido ser respetada a pesar de ser blanca, mujer, de vivir sola con una perra aún más loca que yo!

Pero ahora que vuelvo a casa a celebrar la navidad, con mi gente… me doy cuenta que algo en mi ha cambiado. Mi vida africana está dentro de mí, y cada vivencia de los últimos cuatro meses me ha enseñado a valorar la vida de otra manera y a ser feliz. Estoy siendo muy feliz aquí.
La distancia ha sido mi punto débil. Muchos días he fingido ser valiente, para no romperme al necesitar un abrazo vuestro. Creo que no hay nada que se pueda añadir a esto. Sabéis lo mucho que os quiero, lo muchísimo que os necesito… y solo puedo seguir dándoos gracias por estar a mi lado, por viajar muchas noches, y entrar en mi casa de Xai Xai y también en mis sueños. Por escribirme tantos emails… Por acompañarme y sobretodo, por encima de todo, por vivir esto tan de cerca. Me estáis demostrando mucho.

Queda mucho trabajo todavía, por ahora no he hecho otra cosa que empezar a asentar las bases de Khanimambo. Pero lo más especial es que a pesar de saber que las grandes alegrías han de llegar cuando uno de mis niños desnutridos, esté fuerte y sano, siento que ya puedo girar la cabeza a Xai Xai, y decir: Ole… merece la pena cada día vivir esto.

Ya no me voy de Mozambique, ni tampoco vuelvo a España ni a Portugal. Estoy aquí y estoy allí… Mi corazón se divide entre estos tres países, porque en los tres tengo mi casa.

12 diciembre 2007

CUANDO LA FELICIDAD TE TOCA, Y TE SONRÍE


Esta es una noticia para publicar en el Blog, al día tengo muchos momentos que me encantaría poder compartir con vosotros, pero este, hoy, ahora… siento que os merecéis sentir la misma felicidad que me invade.
Esta niña es Adelia. Tiene 3 meses y medio… y hoy ha sido su día.Adelia es huérfana de padre y madre. A la madre la llegué a conocer, acababa de dar a luz a esta princesita… pero a las pocas semanas murió. En ese momento Adelia, no sólo perdía a su madre, sino que estaba sola ante la gran incertidumbre de su vida. ¿Tendría SIDA?
Tanto su madre como su padre murieron infectados del virus… y su aspecto no dejaba lugar a muchas dudas.
Pensé en tirar la toalla, tuve una ráfaga de pesimismo que duró minutos, porque ese día, la vi más muerta que viva… pero decidí mantener la esperanza, y buscarle una madrina, la mejor de todas las madrinas porque le regalé a mi madrina jejejejj (lo siento, momento pasión por mi tía maca) total… que entre la leche que le he estado dando, y los cuidados de la abuela, su nueva madre… Adelia se mantuvo.
Hoy la he llevado al hospital a hacer el test. Y… ¡¡¡ha sido negativo!!!

Cuando me han dado el resultado, tenía a Adelia en brazos… y cuando la he mirado, me ha sonreído como si hubiese oído y entendido lo mismo que yo… su vida, su vida a partir de hoy tiene un futuro que le puede hacer ser muy feliz. Ha sido un momento muy muy muy intenso...

La sonrisa de Adelia se ha quedado grabada en mi corazón. Las palabras de la doctora Celelina también… al igual que la esperanza que sentí al salir de la puerta del Hospital con esa niña en brazos.
¡¡¡¡¡Ya tenemos una niña milagro en Khanimambo!!!!!!

09 diciembre 2007

El calor se ha apoderado de Mozambique



Mozambique es otro país en diciembre. Las altas temperaturas hacen un paréntesis en lo que hasta ahora era nuestro día a día. El calor lo cambia todo.
Los días se hacen más largos, y no hay nada, nada que consigas hacer para evitar sentirte derretida por lo menos tres o cuatro veces al día.
No hay edificios que den sombra, la falta de agua desespera cuando lo único que sientes es que te deshidratas. Todos sudamos, todos estamos empapados!!!!
El olor se intensifica, me refiero al olor humano Fabiola… jejejej y todo da calor. La cama, la piedra del porche, la ropa interior, el pelo, la mochila, los pendientes…Todo.

Y en esas estamos, muriéndonos poco a poco de calor!!
El único sitio donde puedes coger fuerzas es en el banco, que es el único local con aire acondicionado. Hay gente que llega por la mañana se sienta en el suelo, y ahí se quedan hasta las 12 que cierran. Sinceramente, me lo he planteado más de un día.
Las chapas son el infierno, Si siempre lo han sido, este mes más. No hay aire, se suda el triple, y cuando crees que no puedes más, que te vas a desmayar… el que está a tu lado, goteando de calor… con una mano sujetándose en el techo y la otra con sus troncos de leña… ese que está harto de vivir año tras año estos interminables diciembres… ese hombre, te sonríe y te pregunta, qué tal. Ahí una de dos: protestas o sonreís. La segunda opción es la que me sale, evidentemente!
El mato es un horno, un horno sin ventilación… y ni la sombra de los árboles parece aliviar el calor. Muchos días, cuando estoy andando por ahí, con mi cinta métrica y el peso en una mano, y en la otra mi botella de agua… pienso ¿qué harán en el desierto? ¿Cómo aguantan? No lo entiendo.

Por la noche, crees que por fin va a refrescar, y te duchas por tercera vez, te mojas el pelo para sentir el aire fresco… pero aparecen mis mejores amigos: los mosquitos!!!!!
Ayer me decía Isabel, mi vecina, mientras las dos estábamos sentadas viendo las estrellas que parecen estar más cerca. No sé nada de astronomía, ella tampoco… pero es verdad. Las estrellas están más cerca que nunca. ¿Por qué será? Cada noche vivimos una noche de lágrimas de san Lorenzo… es el espectáculo del día. A pesar de los mosquitos claro!

El nivel de calor rige el ritmo de cada día. A mi particularmente me parece que esto no es sano jejejejej pero bueno… hay que aguantar! Por cierto lo que nos falta no son sonrisas (esas no fallan), nos falta este granizado... hmmmmmmmmmmmm (con mucho hielo por favor)