04 julio 2007

LOS SUEÑOS SE CUMPLEN

Desde que llegué, no había tenido la necesidad de releerme mi diario de viaje. Hoy si la he tenido. Llevo varios días con una espina que no me deja disfrutar de esta cuenta atrás.

Me he vuelto a hacer el recorrido que me llevó por todo Mozambique. He revivido la llegada aterradora a Maputo, los pequeños primeros descubrimientos en las chapas, el primer atardecer y las canciones de Xai Xai, el olor dentro del saco de dormir, el objetivo de mi máquina de fotos enfocando las más dulces miradas, Las llamadas que me daban aliento, los gritos en la manifestación de Quelimane, las largas horas sentada en una chapa, pensando primero en qué hacía allí, y después en las respuestas a esa pregunta, que eran tantas. Las reflexiones sentada en la orilla al lado de Juluis, y nuestro reencuentro días de después… siento ahora mismo, ante este ordenador sentada en mi casa, el abrazo tan fuerte de Agú. Su abrazo y sus lágrimas en mi hombro… verle sonreír con su silla nueva fue un auténtico desafío a mis posibilidades y al límite que no debes pasar.

¡¡Al diablo con los límites!! ¡¡Al diablo con los miedos!! Me fui una vez, y volveré ahora. Crucé Barajas una vez y volveré a cruzar ahora… porque me están esperando.
Los niños de Xai Xai me están esperando…Pero de todo esto, me quedo con ua frase, que sé que resume mi siguiente paso en Mozambique: la seguridad que tuve a mitad de camino de haber encontrado el por qué de esos kilómetros. “ahora sé que estoy haciendo esto, para ayudarles. Conocerles será el mejor inicio de esta gran aventura”.


Me declaro una Juan Salvador Gaviota. Tengo pasión por lo que realmente quiero hacer en mi vida, y eso es lo que me mueve. Como a él volar a más velocidad, a mí ayudar a más gente. Los sueños se cumplen. Lo sé y él también. Si te lo crees, se cumplen.