09 diciembre 2007

El calor se ha apoderado de Mozambique



Mozambique es otro país en diciembre. Las altas temperaturas hacen un paréntesis en lo que hasta ahora era nuestro día a día. El calor lo cambia todo.
Los días se hacen más largos, y no hay nada, nada que consigas hacer para evitar sentirte derretida por lo menos tres o cuatro veces al día.
No hay edificios que den sombra, la falta de agua desespera cuando lo único que sientes es que te deshidratas. Todos sudamos, todos estamos empapados!!!!
El olor se intensifica, me refiero al olor humano Fabiola… jejejej y todo da calor. La cama, la piedra del porche, la ropa interior, el pelo, la mochila, los pendientes…Todo.

Y en esas estamos, muriéndonos poco a poco de calor!!
El único sitio donde puedes coger fuerzas es en el banco, que es el único local con aire acondicionado. Hay gente que llega por la mañana se sienta en el suelo, y ahí se quedan hasta las 12 que cierran. Sinceramente, me lo he planteado más de un día.
Las chapas son el infierno, Si siempre lo han sido, este mes más. No hay aire, se suda el triple, y cuando crees que no puedes más, que te vas a desmayar… el que está a tu lado, goteando de calor… con una mano sujetándose en el techo y la otra con sus troncos de leña… ese que está harto de vivir año tras año estos interminables diciembres… ese hombre, te sonríe y te pregunta, qué tal. Ahí una de dos: protestas o sonreís. La segunda opción es la que me sale, evidentemente!
El mato es un horno, un horno sin ventilación… y ni la sombra de los árboles parece aliviar el calor. Muchos días, cuando estoy andando por ahí, con mi cinta métrica y el peso en una mano, y en la otra mi botella de agua… pienso ¿qué harán en el desierto? ¿Cómo aguantan? No lo entiendo.

Por la noche, crees que por fin va a refrescar, y te duchas por tercera vez, te mojas el pelo para sentir el aire fresco… pero aparecen mis mejores amigos: los mosquitos!!!!!
Ayer me decía Isabel, mi vecina, mientras las dos estábamos sentadas viendo las estrellas que parecen estar más cerca. No sé nada de astronomía, ella tampoco… pero es verdad. Las estrellas están más cerca que nunca. ¿Por qué será? Cada noche vivimos una noche de lágrimas de san Lorenzo… es el espectáculo del día. A pesar de los mosquitos claro!

El nivel de calor rige el ritmo de cada día. A mi particularmente me parece que esto no es sano jejejejej pero bueno… hay que aguantar! Por cierto lo que nos falta no son sonrisas (esas no fallan), nos falta este granizado... hmmmmmmmmmmmm (con mucho hielo por favor)

1 comentario:

Gonzalo y Carla dijo...

Que vidas tan diferentes estamos viviendo...aqui hace un frio de narices...el invierno ha interrumpido ese medio otoño que estabamos viviendo y de repente te congelas!!

Asi que ni uno ni otro la verdad...pero es lo que hay!

Sigue cuidando a esos niños que es tu mision ahi ahora ok?

Espero que pronto llegue la ropa que tanto nos ha costado recaudar!

Te quiero mucho

Carla