22 agosto 2006

MANIFESTACIÓN




Cambié mi ruta al saber que el sábado 19 de agosto habría una manifestación en Quelimane, en contra de los abusos sexuales a las chicas en la educación. El tema prometía, y Jose tardó poco en convencerme.
Un cooperante que vino por 3 meses y lleva 7 años. Está enganchado a Mozambique, y ésta ya es su casa.
Así que volé a Pemba, pasando por Nampula para bajar a Quelimane justo el viernes. En las últimas 24 horas me he hecho más de 1000 km, en una carretera en fase de construcción (imaginaros…). Pero ha merecido la pena, totalmente…
Me sorprendió 100 % todo. Los datos, los manifestantes, el ritmo, la protesta, el manifiesto, y lo más importante: los testimonios.
Llegué a Quelimane de noche, y he coincidido con un congreso de algo porque todos los hoteles y pensiones están completas! En un momento de desesperación (de noche, con el macuto media hora a cuestas, hambre, y sin una cama: panorama negativo) oigo mi nombre desde la otra acera. Creerme que cuando te pasa eso en una nueva provincia de África, donde no conoces a nadie, es un gran gran susto!!! Era Profeta, un periodista mozambiqueño que conocí en Nampula. Tardó dos minutos en hacer una llamada y conseguirme habitación en la Pensión Quelimane! Contactos… jejejej
Jose estaba ultimando cosas de la manifestación, y no le conocí personalmente hasta que le reconocí entre las más de 1000 personas que se manifestaron al ritmo de una canción mozambiqueña “no toques a mi niña, déjala. Es mía, pequeña e inocente. No toques a mi niña… déjala”.
Alto, con el pelo rizado y largo, y lo que más le distinguía de todos a pesar de ser blanco, una camiseta de Che Guevara. ¡Inconfundible! Se lo toma muy enserio. Coordina a 46 mozambiqueños que trabajan en proyectos en tres provincias: Cabo Delgado, Nampula y Quelimane. Está muy involucrado en la política del país desde el lado de la crítica permanente. Luchador y comprometido con sus ideales, está enamorado de esta cultura, del ritmo, del estilo de vida. Positivo hasta un extremo único. Apasionado por el carácter de su gente, como me dijo luego.

La manifestación empezaba desde tres puntos de la ciudad. En total 30 colegios han participado, alumnos que se han desplazado muchos kilómetros para marchar todos unidos en protesta de un gran problema de esta sociedad: el 40 % de las niñas que estudian sufren abusos (sexuales la mayoría) por parte de los profesores.
Había padres, alumnos chicos, profesoras, pocos profesores. Y las protagonistas, que lógicamente desprendían un valor que me dejó asombrada. Eran las 6 de la mañana y en el Colegio Patricio Lumavaba ya había más de 400 personas haciendo corro a un grupo de mujeres que bailaban la danza tradicional, descalzas y con ese ritmo único africano. Susana, la ayudante de Jose, me explicaba como habían organizado todo. Francesa, Portuguesa, Mozambiqueña… Simpática, aunque distante.
Pronto nos hemos puesto a andar, con pancartas, con palmas de niños volcados en gritar cada cual más alto. La gente nos miraba, muchos se unían, otros miraban al suelo. Mirada de duelo, de culpabilidad, de miedo…
Al llegar a la escuela de secundaria, nos hemos juntado más de 1000 personas, en la primera manifestación que se hace para denunciar a gritos algo que no puede continuar.
La representante del club de estudiantes ha leído el manifiesto. Estremecedor en su acento, esperanzador en su tono. Luego el discurso de la primera dama de Mozambique, nada especial, todo lo contrario, demasiado diplomático como era de esperar.
La sorpresa indignante vino del discurso del director del colegio. “las niñas no podéis provocar para así pasar de curso. Porque los profesores, al final son de carne y hueso” “Hay que ser honestos y si quieres tener relaciones con un profesor no ponerte luego negativa”… humillante, indecente y lo peor de todo, aplaudido por miedo. En otras circunstancias le hubiese dicho algo, aquí, solo pude mirarle con desprecio al saludarme tan cordialmente cuando se bajó del escenario.
La contraparte de este miserable discurso fue la obra de teatro que unos alumnos habían inventado: la escenificación de cómo surgen esos malos tratos, cómo la chica se lo dice a los padres, como se lo dice al director y cómo nadie le hace caso y el profesor como mucho es trasladado a otro centro educativo. Actuaron tan bien, que consiguieron sorprenderme a mi y a todo el público que aplaudió como nunca antes lo había hecho. (el director misteriosamente ya no estaba sentado entre el público, tenía cosas que hacer).
Espectacular la actuación de esos siete niños. Envidia en cómo se expresaron y cómo denunciaron alto y claro, el poco apoyo que tenían las chicas para denunciar.
Dos grupos de bailarines pusieron ritmo a la intensidad de las acusaciones. Más de 5 horas en total pasarán a la historia en Quelimane como la primera manifestación de protesta, que se hace en la ciudad.
Yo acabé la noche también haciendo historia, ya que Jose me invitó a cenar a su casa POLLO CON PATATAS!!!!! Os juro que comí con tanta ansiedad que le llegué a asustar, pero sinceramente, me importó poco!!! Que bueno por favor…

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