Estar de nuevo aquí, es sentirme cada vez más africana.
Vivir cada día las aventuras que me hacen seguir luchando, es un privilegio porque estas historias ocurren a todas horas, en todos país de este continente y de otros… pero ahora yo empiezo a formar parte de las que ocurren en Xai Xai, y eso: me gusta.
Esta es la historia de Jose… tiene 8 años. Es el pequeño de la casa. Vive con tres hermanas y su madre. Tiene una pandilla de amigos que el domingo se reúnen en la playa y hacen todo tipo de trastadas. Un domingo de esos, me tropecé con ellos cuando yo ya volvía a casa. Jose iba cojeando y enseguida le pregunté qué le había pasado. Tenía todo el pie infectado con una herida que no le permitía apoyar para andar. Estaba con arena y tierra y poco a poco se había formado una infección alrededor de la herida.
Me dijo que su madre le iba a curar, y le di dinero para la chapa para que se fuera a casa sin tener que andar kilómetros…
Se quedó en esa simple anécdota hasta que el domingo pasado, estaba yo en la playa y viene corriendo un niño hacia mi.
Reconozco que al principio no le reconocí. Son tantos niños, y se parecen tantísimo entre ellos…
Pero cuando venía corriendo me estaba gritando ya, la herida se curó… y cuando le vi la cara bien enseguida caí.
Era ese niñito que cojeaba y que iba apoyado en el hombro de un amigo.
Pasamos el domingo entero juntos. Me enseñó a pescar, se durmió la siesta encima de mi pareo y comimos un par de mangas juntos. Luego vinieron sus amigos y los más valientes se bañaron conmigo. A nuestro grupo acabó uniéndose una abuelilla que muchos días le acerco en coche a la ciudad.
Lo mejor de Jose es que es un niño muy alegre, y que le encanta jugar… Aquí os dejo algunas fotos de este niño tan especial.
Jose Pesando....
... Y el resultado de la pesca: unos zapatos!!! jejeje
No hay comentarios:
Publicar un comentario