28 agosto 2008

Han pasado muchos meses, y con ellos, muchas historias. Todas ellas, intensas.
Ahora, que empiezo a asentarme de nuevo en la rutina africana (que alegría me da poder usar esta expresión en mi vida)… empiezo a mirar para atrás, justo en el momento en que dentro de unos días cumplo un año entre mis niños mozambiqueños.

Han pasado muchas cosas, y han pasado por aquí muchas personas que me han dejado mucho. Quiero ir por partes, y espero conseguir resumiros todo el torbellino de novedades que me invade.
He conocido a unos voluntarios que me han dejado sin palabras. Con su trabajo aquí he sentido como Khanimambo avanza y como ahora, ya no solo son los niños los que crean archivo de recuerdos de esta familia que aumenta cada día.
Me han acompañado, dado ideas, animado con abrazos…. Un post será para ellos, sin duda. Marian, Quique, Raquel, Willy, Miriam y súper tía Maria (como ya te llaman los niños): gracias. De antemano gracias por haber venido y todo lo que eso ha implicado.






Ha venido More, mi gran More, con Francisca y Elena, a visitarme, a cumplir con su promesa de que vendría a verme, a vivir Khanimambo en su esencia. Vino entregada igual que se fue, a estos niños. Su alegría invadió nuestras vidas durante unos días, sus gritos, sus palmas, sus abrazos… La visita de More fue acertadísima, necesaria y la echamos de menos, la echo de menos en cada segundo que pasa lejos de mi. Su aventura en Mozambique también es otro post que escribiré próximamente, aguantando las lágrimas que su recuerdo por aquí me provocan. Se merece el post, lo escribiré.


Ya tenemos coche. El gran legendario 33. Nos ha cambiado la vida, ha duplicado el trabajo pero lo ha facilitado también. Un arma de doble filo, de color verde, y con un motor IMPECABLE. Gran momento cuando lo compramos, grandes anécdotas que hay que plasmar aquí, para reírnos todos mucho, para no olvidarnos que fueron las señales de tres locos, los que se empeñaron en conseguir este coche. Los niños lo agradecen cada dia... otra batalla conseguida. Gracias Quique y Marian...



Y entre todo esto… entre tanto trabajo, visitas y aumento de ahijados… ha venido Eric. Por fin hemos podido compartir lo que nos ha unido con tanta fuerza: Mozambique. Una escapada maravillosa al norte de país, a Niassa y unos días en Malawi. NO ha sido un sueño, y me lo repito constantemente para ser consciente que ha ocurrido. Que cada escena que me parece soñada, ha sido real. Y que ya no es una esperanza, sino una ilusión… el próximo viaje que Eric hará a Mozambique. Pronto dejaré de estar sola aquí, y eso… como el resto del relato de la aventura por el lago de las estrellas también merece, sin duda, otro post!



Veis que estoy hasta arriba de escritos pendientes no? Pues despacito y con buena letra como diría mamá, la green. Prometo buenas fotos, pero os adelanto unas cuantas… para dejaros con las ganas de esperarme unos días y seguir leyendo todo lo que me ha tenido tan alejada del ordenador estos últimos meses.

Estamos Juntos, Alexia