30 julio 2006

algunas reflexiones


Hace 43 días, Rocio me dibujó en África, concretamente encima de un árbol y detrás de ese precioso dibujo, pusimos la cuenta atrás de los días que me quedaban para estar quizás no encima pero sí cerca de ese árbol africano...
Cada día que ha pasado desde esa escapada a Altea con los Christensens, he ido tachando los días que me faltaban para coger el avión en Barajas. Unos días con entusiasmo, otros con el corazón encogido, otros con una sonrisa aventurera, y estos últimos días con miedo.
Un miedo sano, ante la incertidumbre que solo la aventura te da. Una mezcla de sentimientos que se contradicen en cada conversación o en cada reflexión.

AL volver de Portugal, en esas interminables 7 horas de viaje, tuve la oportunidad de pararme a pensar más detenidamente en lo que iba a hacer, en lo que me esperaba y en lo que dejaba atrás. Mi rítmo madrileño no me ha dejado mucho tiempo para estas reflexiones, con lo que podría afrimar que hasta hace una semana no había pensado tranquilamente en que me voy a Mozambique un mes, sola y con un macuto que pesa 20 kilos, lleno de sueños!!!

En esta última semana y con la realidad enfrente de mi, he pasado por todos los estados de ánimo...

Desde hace semanas, cada día tengo en mi bandeja de entrada dos, tres, cuatro emails de papa con nueva información de Mozambique, con consejos, y con alguna historia que me hace sentir que este viaje es por tantas coincidencias un paso escrito en mi destino. Papa con su entusiasmo aventurero me ha contagiado sus ganas, que con las que ya tengo yo, ha hecho sentirme tan comprendida y apoyada en este viaje... que lo único que pensaba era en las ganas que tenía de por fin vivir una amanecer africano, abrazar a un niño y regalarle mi esperanza, aprender de sus colores, sus tradiciones, todo eran buenas intenciones!!!

La noche antes de irme a Londres, cenando con la Tía Maca y Chresten (bueno, Chresten y la tía Maca!)me sentía tan emocionada que hasta que no vi a la TíaMaca llorar al despedirse de mi y darme el amuleto más valioso que me llevaré mañana, no caí en lo lejos que me voy. Intantaba tranquilizarla con mi sonrisa, mis ganas de hacer este viaje y sobretodo le hablaba de mi estrella... fue entonces cuando comprendí el riesgo que es dar este paso sola ante lo por ahora es deconocido.

Luego llegaron otras depedidas, estas envueltas en lágrimas asustadizas... derramadas en el metro de Londres al mismo tiempo en que More, Carmen y Kiki me decían a la vez "Alex si estas mal, no te vayas" que duro es explicar y tranquilizar cuando se tiene miedo, que eso por lo que lloro es lo que más me apatece hacer... y ¡¡que duro entenderlo!! pero lo hiciceron, y en esa última noche calurosa More me regaló la conversación que más necesitaba, la que me ayudó a tranquiilizarme de una vez y recuperar la fuerza con la que sé que llegaré el Martes a Maputo.

Para rematar faena, ese mismo día se juntaron mis tres "manos": Mamá, Fabiola y Carla, en la cena por el cumple de mamá, y me ultimaron todos mis preparativos: con la cabeza que a mí muchas veces me falta, con la lógica que pocas veces tengo y sobretodo con la tranquilidad que solo ellas me saben dar... Despues de todo, ahora estoy tranquila...

Despedidas, amuletos, conversaciones, cartas... Me habeís hecho sentir que lo que dejo aqui, es lo más valioso de mi vida! y a cada uno de vosotros, que me haceis sentir tan querida con vuestros consejos solo os puedo dar las gracias por querer entenderme. No os imaginaís lo mucho que me ayuda sentiros tan cerca.

No hay comentarios: